Un
ciego está convenciendo a una prostituta. Le llega al precio y entran
en el hotel. Cuando está por metérsela se la clava toda de un solo golpe
en el culo, en lugar de la panocha.
- ¡Ay, pendejo! ¡Me la metiste por el culo!
- Para ser ciego no me equivoqué por mucho.
- ¡Ay, pendejo! ¡Me la metiste por el culo!
- Para ser ciego no me equivoqué por mucho.
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