- ¡Pero papá! ¿Qué es eso tan grande que tienes ahí?
- ¡La vergüenza, hijo!
Al día siguiente le dice su papá.
- Hijo, ve a la tienda y compra un kilo de bicarbonato.
Ahí va Pepito repitiendo todo el camino a la tienda "un kilo de bicarbonato... Un kilo de bicarbonato..." De pronto se pega en la cabeza con un poste por ir bobeando y pierde el sentido por unos minutos. Cuando despierta recuerda que va a la tienda.
- ¿Que me encargaron? ¡Ah, sí! Un kilo de verga de gato... Un kilo de verga de gato...
Llega a la tienda y le dice al tendero:
- Don Pancho, mi papá me mandó a comprar un kilo de verga de gato.
- ¡Pepito! ¿Qué acaso tu papá no tiene vergüenza?
- ¡Uuuyyy! ¡Y bien grandota!
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