- ¡Renuncio!
- Pero, ¿por qué, señor profesor?
- Es por Pepito. Me tiene hasta la madre. A todo lo que le pregunto siempre responde "depende" y ya no puedo más. O se va él, o me voy yo.
- Tranquilo. Mañana iré yo a impartir la clase. Tómese el día libre para que descanse.
Al día siguiente entra el Director y les dice:
- Niños, el profesor Archundia no se siente bien hoy, así que yo impartiré la clase. A ver, Pepito. ¿Cuantos son 2 + 2 X 2?
- Depende, señor Director.
- ¿Depende? ¿De qué depende?
- Depende de cómo se haga la operación, porque de acuerdo a la ley algebráica de Baldor serían 8, pero de acuerdo al orden de precedencia de la informática serían 6.
- Mmmm. A ver, dime. ¿Cuantas son las leyes sagradas de Dios?
- Depende.
- ¿Otra vez? ¿De qué depende?
- De si se es hombre o es mujer. Para los hombres serían 10, pero para las mujeres serían 9, porque la mujer no puede desear a la mujer de su prójimo, a menos que sea lesbiana.
- ¡Ay Pepito! ¡Eres un hijo de puta madre!
- Depende, de nuevo.
- ¿Cómo que depende de nuevo?
- Si. Si soy hijo de mi madre, entonces no, pero si soy hijo de la suya, entonces sí.
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