Iba un tipo caminando por la calle con una cara de dolor increíble. Se encuentra con un amigo y éste le dice:
- ¡Pero qué bárbaro! ¡Qué cara de dolor traes!
- ¡Me duele horrores la muela! ¡Ya no sé que hacer! ¡Ya me he tomado tres calmantes y me han inyectado y nada que se me quita!
- Ah. Eso no es nada. El otro día a mí me dolía mucho la muela y me quité el dolor.
- ¿Qué hiciste?
- Llegué a la casa y le dí un tremendo cogidón a mi esposa.
- ¡Que bien! ¿Dónde puedo encontrar a tu esposa?
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