viernes, 18 de octubre de 2019

El toro de Don Juan

Don Juan tenía un toro que era el mejor semental. Vaca que se cogía, vaca que salía preñada. Y no era una sola. El toro tenía batería para más de diez al día.

Pronto los demás ganaderos comenzaron a rentarlo para que sus vacas tuvieran buenas crías. Al cabo de un tiempo se dieron cuenta de que los terneros eran de muy buena raza, por lo que decidieron comprarle el toro.

Don Juan, para no perder su única fuente de ingresos les dijo que el precio del toro sería de $1,000,000.00. Los ganaderos se enojaron por el costo tan alto y se fueron a quejar con el alcalde.

El alcalde pensó las cosas y decidió pagar el precio con el dinero del municipio.

Total que le llevaron el toro a una finca y de inmediato los ganaderos llevaron una vaca para calar al toro. Éste la vio y no le hizo nada. Entonces le llevaron otra pensando que la anterior no era del gusto del toro y nada, y así hasta que ya no había vacas para probar. Nada. El toro ni se las cogía ni las miraba siquiera.

Enojados fueron a ver al alcalde y éste, ya que se había gastado el dinero del pueblo en el toro fue a ver a Don Juan para que averiguara qué pasaba con el toro. Don Juan fue hasta donde estaba el animal y le preguntó:

- ¿Qué tienes? ¿Qué te pasa? ¿Por qué ya no quieres trabajar?

 Y el toro le respondió:

- ¿Para qué quieres que trabaje ahora que soy burócrata al servicio del municipio?

No hay comentarios:

Publicar un comentario