Llega la gallina bien borracha a su gallinero a las ocho de la mañana. El gallo, todo encabronado le dice:
- Qué bonito. ¿Me puedes decir por qué chingados llegas borracha y hasta ahorita?
- Mira, cabrón. Me vas dulcificando tu tonito porque aquí, la que pone los huevos soy yo.
- Qué bonito. ¿Me puedes decir por qué chingados llegas borracha y hasta ahorita?
- Mira, cabrón. Me vas dulcificando tu tonito porque aquí, la que pone los huevos soy yo.
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