viernes, 18 de octubre de 2019

Genio

En la construcción el sábado, el capataz decide que ya están muy cansados sus trabajadores y él mismo, por lo que suspende las actividades una hora antes y, después de pagar la raya de la semana se lleva a los dos mejores a la playa a disfrutar de un descanso y unas cervezas. Cuando llegan ahí, casualmente encuentran la lámpara de Aladino. La frotan y aparece el Genio.

- ¡Ah, que la chingada! Bueno. Ya me despertaron. Ya saben cómo está el pedo.
Les voy a conceder tres deseos a cada uno de ustedes pero como tengo hueva pónganlos juntos en uno solo. A ver tu, pendejo chaparro. Empieza tu.
- ¡Yo quiero estar en Las Vegas, con un chingo de dinero y con Carmen Electra!
- ¡Concedido!


¡Zaz! Lo desaparece. Luego se voltea hacia el otro empleado y le dice:

- ¿Y tu, pendejo? ¿Qué chingados deseas?
- Yo quiero estar en Paris, con un chingo de dinero y con Madonna.
- ¡Concedido!

¡Zaz! Lo desaparece y entonces se voltea hacia el capataz y le dice:

- ¿Y tu? ¿Qué deseas?
- Que el Lunes, a las siete de la mañana, estén estos dos huevones en el trabajo.

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