- ¡Cabrones! ¡Estoy hasta la madre de ésto! Tenemos unas mutaciones bien cabronas qué están haciendo que los humanos vengan cada vez más y más a nuestra selva, según ellos a investigar. ¡Ya no quiero humanos aquí! ¡A partir de hoy todos los machos DEBERÁN USAR CONDÓN! Y ¡¡¡POBRE DE AQUEL QUE NO OBEDEZCA MIS ÓRDENES!!! ¡¡¡PRIMERO ME LO COJO Y LUEGO ME LO COMO!!!
A partir de ése momento ya no hubo sexo indiscriminado. Todos (o casi todos) los animales empezaron a tener sexo seguro. Alguno que otro despistado pensó en engañar al León y acabó siendo cogido y comido.
Al cabo de unos años la población de la selva empezó a disminuir peligrosamente, pues los machos se habían acostumbrado a usar condón incluso con sus parejas de la misma especie. Al ver ésto, el León tuvo que reconocer que su estrategia no estaba funcionando, así que volvió a citar a sus súbditos y les dijo:
- ¡Cabrones! ¡La cagué! A partir de hoy... ¡La ley condón queda derogada! ¡A partir de hoy, al cabrón que vea que coge con condón, me lo voy a coger y me lo voy a comer, y luego lo voy a cagar! ¡En ese orden! Y para celebrarlo... ¡¡¡HAREMOS UNA ORGÍA AHORA MISMO!!!
Todos los animales comenzaron a vitorearlo y de inmediato se organizó la orgía.
El gorila se andaba cogiendo a la leona, el chango a la elefanta, y así por el estilo. El León se paseaba entre sus súbditos, revisando que sus órdenes fueran cumplidas cuando de pronto vió al burro que estaba dándole duro y macizo.
- ¡¡¡PINCHE BURRO!!! ¡¡¡TE LO ADVERTÍ!!! ¡¡¡SIN CONDÓN!!!
- ¿Cual condón? ¡Es la Boa!
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