Llega Pepito al templo y le dice al cura en confesión.
-
Padre, acúsome que he pecado. El lunes me cogí a mi novia en la mañana y
a mi cuñada en la tarde. El martes tuve una orgía con todas mis primas.
El miércoles me cogí a la mamá de mi amigo, a su abuelita y a su tía.
El jueves me cogí a la esposa del panadero, a la del carnicero y a la de
la tienda. El viernes me cogí a todo el escuadrón femenino de la
policía y...
- Alto, Pepito. No te voy a absolver. Ni Dios te absolvería.
- ¿Por qué, Padre?
- Porque ni el Señor ni yo te vamos a creer tanta pinche mentira.
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