lunes, 21 de octubre de 2019

Padrecito

La madame de la casa de citas tenía un perico que todos los días cuando le iban a poner su comida decía:

- Todos los días lo mismo. La misma casa de putas... Las mismas putas... Los mismos clientes... La misma rutina de siempre...

Al día siguiente igual. Le llevan su comida y dice:

- Todos los días lo mismo. La misma casa de putas... Las mismas putas... Los mismos clientes... La misma rutina de siempre...

Finalmente se cansa de él y se lo regala a las monjas del convento. La madre superiora va feliz a mostrarles el perico a las demás monjitas. Cuando descubren la jaula el periquito se queda todo admirado y empieza a decir:

- ¡Ah, chingá! Nueva casa... Nuevas putas... Hola Padrecito...

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