- Oh, no espantar. Ser mi bipper. Yo tener un microchip insertado en mi brazo, así tener señal.
De rato suena un timbre "¡Ring, ring!" El ruso se acerca la palma de la mano a la oreja y les dice:
- No espantarrr, camarradas. Serr mi teléfono celularrr. Yo tenerr un microchip instalado en mi mano.
El mexicano, sintiéndose un poco desfasado tecnológicamente, se levanta y se dirige al escusado. Al regresar trae un pedazo de papel colgado del culo. Los otros se le quedan viendo y él les dice:
- ¡Oh, no se preocupen! Estoy recibiendo un fax.
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